Tal día como hoy, el 2 de febrero del año 1971, se celebraba en la lejana ciudad-balneario de Ramsar, en Irán, la conocida como “Convención Ramsar” con el objetivo de asegurar el “uso racional” de los recursos presentes en los humedales de todo el mundo.
Este momento coincidía en el tiempo con los primeros pasos del movimiento ecologista y con la toma de conciencia, por parte de los diferentes países, de la importancia de mantener la biodiversidad y de conservar aquellos ecosistemas de mayor valor ecológico. Los humedales, en todas sus variantes (pantanos, marismas, pastizales húmedos, ríos, lagunas, oasis, estuarios, etc.) representan una fuente de recursos indispensable para muchas comunidades a lo largo del mundo. Además, una gran cantidad de especies animales, sobre todo de aves acuáticas, tienen su hogar en estas amplias zonas llenas de vida que presentan una biodiversidad no igualada por ningún otro ecosistema.
En el mundo hay, actualmente, un total de 2253 sitios Ramsar que abarcan una superficie total similar a 4 veces la superficie de España. Más cerca de nosotros, en Galicia, podemos encontrar 5 de estas zonas, una de ellas compartida con Asturias: la ría del Eo junto con las de Ortiguiera y Ladrido, en el norte; las Lagoas de Vilariño y, ya en las Rías Baixas, el llamado Complexo Intermareal Umia-Grove y la ya famosa duna de Corrubedo. No obstante, la presencia de humedales en el país es continua, aunque gran parte de ellos no estén incluidos en el Convenio.
El martín pescador, las garzas, los somormujos y las cigüeñas son sólo algunos de los representantes de la rica avifauna de nuestras rías y lagunas. Junto a ellos, una variada flora da sustento a todo este ecosistema con especies de gramíneas o ranunculáceas entre otras.
